no son una solución única para todos. Cada proyecto es diferente, y cada etapa de un proyecto necesita varios niveles de creación de prototipos. Mencionamos arriba los bocetos de servilletas, Photoshop e InVision, y esos son grandes ejemplos de prototipos de baja y media fidelidad.
Antes de lanzarme a modelos de mayor fidelidad, creo que es importante reiterar lo importantes que son los prototipos de menor fidelidad para el diseño de productos. Hay un concepto en el mundo de UX llamado Lean UX. Los elementos básicos de ese concepto son que los bocetos de baja fidelidad, las sesiones de pizarra y la ideación ligeramente documentada son más eficientes que saltar a (o incluso hacer) estructuras de alambre y arquitecturas de información de alta fidelidad. Esos documentos de alta fidelidad suelen tardar mucho tiempo en producirse y quedan obsoletos casi inmediatamente después de crearlos. Esta es la pepita de oro de este artículo: Las personas pueden proporcionar comentarios tan ricos y perspicaces sobre un boceto de servilleta de mierda o una sesión de pizarra de 30 minutos como puedan para un producto terminado completamente funcional y bellamente diseñado. Ahórrate el dinero y muéstrale a alguien un boceto.
Pero, estoy divagando. También hay valor en la creación de prototipos de alta fidelidad. Una vez que hayamos empezado a probar con Invision, podremos empezar a comprender lo que le gusta a nuestra audiencia del producto que estamos construyendo. Podemos comenzar a diseñar con confianza algunas características que tienen el potencial de convertirlas en el producto final. Además de la ingeniería inicial, también utilizamos herramientas como Principle, Framer y After Effects para comenzar a agregar sofisticación, movimiento e interactividad a nuestros prototipos. Estas herramientas nos permiten mover cosas por la pantalla, presionar botones, escuchar sonidos y ver videos para que podamos comenzar a jugar con las cosas. Una ventaja adicional al usar estas herramientas es que todas escupen código que se puede utilizar una vez que se inicia la ingeniería. Al continuar probando estos prototipos de alta fidelidad, nos acercamos cada vez más a aterrizar en cosas que estamos bastante seguros de que vamos a construir. Pero no se detiene ahí.
Continuamos «creando prototipos» de productos a medida que entramos en la ingeniería final. En este punto, ya no es técnicamente un prototipo. Es un software real y funcional que eventualmente se enviará. Sin embargo, a medida que avanza la construcción, continuamos probando con los usuarios para que podamos verlos romper lo que estamos construyendo, arreglar lo que está roto y hacerlo de nuevo hasta que el producto final esté listo. Es importante tener en cuenta que ‘final’ no significa ‘perfecto’. Si esperas a perfect, corres el riesgo de ser superado en el mercado por un competidor ligeramente inferior a perfect, y perderás tu ventaja. Moraleja de la historia? Prototipo, prototipo, prototipo, luego NAVE.