El pasado nos dio mucha experiencia y nos hizo más sabios para poder abordar los problemas de hoy y crear un futuro mejor y hermoso. El trabajo duro y la dedicación son los mayores factores de impulso para cada progreso. Un momento de hoy, un servicio en nuestra vida, podría servir como la mayor base y piedra angular para el futuro. Creer en lo que será no solo te empoderará para dejar de lado lo que sucedió, sino que te ayudará a aceptar lo que está sucediendo y a prepararte para hacer hitos en el futuro y tomar represalias contra las malas acciones de hoy y ayer.
De mil requisitos, cien esfuerzos, diez fracasos, tengo un objetivo: un futuro mejor. Vivimos en un mundo donde la violencia contra los niños es desenfrenada; la vemos en nuestras comunidades porque ni siquiera es un secreto.
Sin embargo, lucho por un futuro en el que las voces de las mujeres y las niñas sean escuchadas y consideradas. Quiero un mundo que permita a todos exhibir sus talentos sin importar su género, color, raza o religión. Quiero un futuro en el que cada niño se sienta orgulloso de levantar la cabeza sin importar su origen. Espero un futuro en el que las calles estén libres de niños que canten ‘mangeh jai ice’ (estoy vendiendo jugo de hielo). Quiero un futuro en el que todos los niños estén libres de discriminación. Quiero un mundo libre de conflictos y trastornos religiosos.
Espero con interés ese futuro en el que la justicia sea una norma y no un precio a pagar. Quiero ver a los países libres de los grilletes de la corrupción. Quiero ver a los jóvenes contribuir de manera efectiva al desarrollo de sus países en lugar de sentarse en las esquinas de las calles preparando Attaya (té). Quiero un futuro en el que toda una generación diga no a la trata de niños, no al matrimonio infantil, no a la discriminación, no a la desigualdad de género y no a la MGF. ¡Quiero ese futuro donde cada niño importa!
Cuando digo «el futuro que quiero», me refiero a un futuro mejor y más brillante para todos. El futuro no está más allá del resultado de lo que hagamos hoy. Por lo tanto, la piedra angular y los esfuerzos para un futuro tan brillante comienzan ahora, ya que cada pequeño esfuerzo que ponemos puede marcar una gran diferencia. Por lo tanto, invito a todos a unirse a nosotros mientras luchamos, trabajamos y oramos juntos para hacer del mundo un lugar mejor y poner en marcha nuestros objetivos y metas compartidos para el futuro que todos queremos.