Todos sabemos que la cocina española es una de las más deliciosas y ricas. Cada región presenta una gran cantidad de fantásticos platos locales y tradiciones antiguas que solo esperan ser descubiertas por los visitantes primerizos.
Entre cientos de especialidades gastronómicas únicas, no es fácil orientarse. Aquellos que no llegan informados solo esperan para probar los dos símbolos principales de España, que recogen los mejores sabores ibéricos y los mezclan de una manera increíble: paella y sangría.
La sangría es una bebida típica española elaborada con vino tinto, frutas y varios tipos de licores. El nombre deriva de «sangre», una palabra que significa «sangre» que se refiere a su color rojo oscuro. Cada español lo hace de una manera diferente, utilizando productos de cosecha propia e inventando variantes de todo tipo. Incluso puede encontrar una sangría «picante», una sangría de fresa o una sangría blanca rara, hecha con vino blanco que le confiere un color transperente. Pero, ¿cómo puedes preparar la sangría tradicional perfecta?
Los ingredientes que necesita son una botella o vino tinto de mesa, varias frutas (como naranjas, limas, manzanas, melocotones y fresas), licores (Brendy, Jerez y/o Oporto), algunas cucharadas de azúcar y especias, especialmente canela. El procedimiento es fácil: cortar la fruta en rodajas y mezclar todos los ingredientes en un tazón grande. Disuelva el azúcar a fuego lento y haga un jarabe antes de agregarlo a la bebida. Lo más importante es dejar reposar el cóctel durante unas horas, al menos dos para mezclar todos los sabores de la manera perfecta. Entonces… ¡prepárate para probar tu sangría! El increíble sabor sin duda le sorprenderá por su intensidad. Pero bebe con cuidado: ¡La sangría tiene un contenido de alcohol de 4-12%!
La historia de la sangría es controvertida. Algunos suponen que fue inventado por los romanos hace miles de años, cuando conquistaron la Península Ibérica y plantaron viñedos en su territorio. Como el agua podía contener bacterias y no era una bebida segura, comenzaron a preparar bebidas alcohólicas como los hipocras, hechas con azúcar, vino y especias. En cambio, otros creen que su origen se remonta a los siglos XIX y XX, específicamente en 1964, cuando el pabellón español presentó la Sangría por primera vez en la Feria Mundial de Nueva York e hizo que todo el mundo se enamorara de ella, especialmente los estadounidenses.
Si vas a visitar España pronto, ¡no olvides probar esta sabrosa bebida! Perfecto con tapas, tortillas, paellas y pescado, acompañará tus comidas de una manera muy especial. En un restaurante, recuerde no confundirlo con el» tinto de verano», otra bebida local hecha con vino tinto, que a veces se puede ofrecer como sangría si se mezcla con frutas y refresco de limón cuando se sirve.
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