¿Qué son los Desaireadores?
La eliminación de gases disueltos del agua de alimentación de la caldera es un proceso esencial en un sistema de vapor. La presencia de oxígeno disuelto en el agua de alimentación causa una rápida corrosión localizada en los tubos de calderas. El dióxido de carbono disuelto en el agua, lo que resulta en bajos niveles de pH y la producción de ácido carbónico corrosivo. Los bajos niveles de pH en el agua de alimentación causan un ataque ácido severo en todo el sistema de la caldera. Mientras que los gases disueltos y los bajos niveles de pH en el agua de alimentación se pueden controlar o eliminar mediante la adición de productos químicos. Esto es más económico y térmicamente eficiente para eliminar estos gases mecánicamente. Este proceso mecánico se conoce como desaireación. La desaireación se lleva a cabo en un recipiente que se llama desaireador.
Al eliminar los gases disueltos en el agua de alimentación de la caldera, aumenta drásticamente la vida útil de un sistema de vapor.
Principio de Desaireadores
La desaireación en desaireadores se basa en dos principios. El primer principio puede ser descrito por la Ley de Enrique. Según la Ley de Henry, la solubilidad del gas en una solución disminuye a medida que disminuye la presión parcial del gas por encima de la solución. El segundo principio que rige la desaireación es la relación entre la «solubilidad del gas» y la «temperatura».
Ahora, para una mejor comprensión, el principio de funcionamiento del desaireador es que la solubilidad del gas en una solución disminuye a medida que la temperatura de la solución aumenta y se acerca a la temperatura de saturación. Un desaireador utiliza ambos procesos naturales para eliminar el oxígeno disuelto, el dióxido de carbono y otros gases no condensables del agua de alimentación de la caldera. El agua de alimentación se rocía en películas delgadas en una atmósfera de vapor, lo que permite que se caliente rápidamente hasta la saturación. La pulverización de agua de alimentación en películas delgadas aumenta la superficie del líquido en contacto con el vapor, lo que, a su vez, proporciona una eliminación de oxígeno más rápida y concentraciones de gas más bajas. Este proceso reduce la solubilidad de todos los gases disueltos y los elimina del agua de alimentación. Los gases liberados son luego ventilados desde el desaireador.