Bethenny Frankel es posiblemente mejor conocida por su actitud contundente en el exitoso programa de Bravo «The Real Housewives of New York», así como por su espíritu empresarial que le ha valido una compañía exitosa. Su marca de estilo de vida centrado en la mujer, Skinnygirl, se ha transformado en un imperio a lo largo de los años y cuenta con más que la Margarita Skinnygirl inicial que lo comenzó todo. La línea ahora ofrece de todo, desde ropa hasta suplementos y utensilios de cocina, según su sitio web oficial. Frankel no siempre está delante de la cámara. Pasa tiempo en el otro lado como productora, ha escrito varios libros que han llegado a la lista de Best Seller del New York Times y es una inversionista experimentada.
Pasando muchos años como estrella de reality, Frankel no es ajeno al escándalo y los chismes. No mucho después de que vendiera Margarita de Skinnygirl por la friolera de 120 millones de dólares en 2011, se reveló una controversia propia con respecto a su marca emergente. Una compañía de administración con sede en Los Ángeles, Raw Talent, demandó a Frankel ese mismo año por violar su contrato original, según lo declarado por Hollywood Reporter. Doug Wald, copresidente de Raw Talent, supuestamente se reunió con Frankel en 2008 y la apoyó para impulsar su marca asesorándola y finalmente conectándola con el «veterano de la industria del licor» David Kanbar.