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El Palacio de las Garzas
La residencia del Presidente de la República de Panamá se llama Palacio de las Garzas debido a las dos garzas donadas por el poeta Ricardo Miró al Presidente Belisario Porras en 1922. Desde entonces, estas aves se han convertido en habitantes honorables del Palacio. Este edificio en el pasado albergaba un banco nacional, luego oficinas de aduanas, hasta que fue utilizado como almacén.
En el interior, se pueden encontrar diferentes murales y esculturas alusivas a los valores y la historia de Panamá.
El Palacio de las Garzas o Palacio Presidencial es un símbolo de la identidad nacional panameña y cuenta una historia que se remonta a más de 300 años cuando las autoridades locales abandonaron la antigua ciudad de Panamá, destruida por las tropas del pirata Henry Morgan, en la búsqueda de un sitio que les permitiera protegerse contra futuros ataques.
Después de haber establecido un sitio temporal en San Juan Bautista, Penonomé, las autoridades, lideradas por los gobernadores Fernández de Córdoba y Mendoza, decidieron establecerse en el sitio llamado Ancón (ahora Casco Viejo) para protegerse de futuros ataques.
Antes de la muerte de los Gobernadores Fernández de Córdoba y Mendoza el 8 de abril de 1673, el obispo Antonio De León y el Magistrado Real Luis Lozada de Quiñones asumieron el cargo y continuaron el proyecto de construcción de la muralla.
Avant la mort du gouverneur Fernandez de Cordoba et Mendoza, le 8 avril 1673, l’évêque Antonio De León et le magistrat royal Luis Lozada de Quiñones ont pris leurs fonctions et ont poursuivi le projet de construction du mur.
Trabajando en este largo muro, Lozada construyó su ostentosa casa en 1673. He was dismissed after being accused by members of the community of misusing the building materials for the wall.
Esta mansión se conoció como el Palacio de las Garzas. Aunque el edificio ha sido remodelado varias veces, siempre ha conservado este diseño colonial que lo hace imponente, ya que aporta un lado elegante y sofisticado.
Al principio, alrededor de 1740, el Palacio de las Garzas sirvió como oficina de aduanas. Sin embargo, 16 años más tarde, en 1756, el edificio fue blanco de un incendio que destruyó una parte significativa de su infraestructura.
Después de haber sido restaurado, el Palacio de las Garzas fue utilizado como depósito en 1821, luego también albergó la Escuela Normal para Niños en 1872, sede del gobierno, sede del Banco Nacional, hasta convertirse en el palacio presidencial en 1875. En ese momento, el estado panameño era parte de Colombia.
En 1880, el palacio es más resplandeciente que nunca, porque a partir de esta fecha, la luz eléctrica se instala en el edificio.
Como todas las infraestructuras, el Palacio de las Garzas a lo largo de los años se ha deteriorado. En este año de 1922, el presidente Porras decidió hacer una nueva restauración, pero esta vez incorporando los pisos segundo y tercero y remodelando el comedor presidencial, la sala amarilla y el patio central.
Las obras dejaron los pasos de uno de los arquitectos más reconocidos de la época, Leonardo Villanueva-Meyer, que trabajó duro para dejar una infraestructura perfecta sin dañar su atractivo.